Por un mañana más seguro

Proteger a los civiles en un mundo multipolar

Los gobiernos y otros actores pueden reducir las  atrocidades en masa que asolan el mundo en los comienzos del siglo XXI. Para ello, tienen que realizar cuatro cambios. Deben:

  • Hacer de la protección de los civiles la prioridad absoluta en la respuesta a los conflictos en cualquier lugar, trabajando activamente para protegerlos y manteniendo como piedra angular de su política la responsabilidad de Proteger a los civiles de las atrocidades en masa, acordada en 2005 en la Cumbre Mundial de Naciones Unidas.  
  • Adoptar una tolerancia cero para los crímenes de guerra –ya se cometan en actuaciones contra el terrorismo o en cualquier otra circunstancia– aplicando el mismo estándar de rechazo internacional a los crímenes de guerra cometidos por amigos o por enemigos.  
  • Actuar con mucha más rapidez para hacer frente a las tendencias que amenazan con nuevos conflictos o con prolongar los ya existentes –incluyendo la pobreza y la desigualdad, el cambio climático y la proliferación de armamento– de manera que podamos mejorar tanto en la prevención como en la reacción ante los conflictos.  
  • Aunar actuaciones eficaces a todos los niveles, desde las comunidades locales al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, para que se actúe internacionalmente de forma alineada con el trabajo en terreno. Para lograrlo, se debe reformar con urgencia el funcionamiento del Consejo de Seguridad dotándole de una mayor transparencia y de mecanismos de rendición de cuentas, de manera que los miembros del Consejo tengan que dar cuentas de su actuación en pro de la paz y la seguridad internacional, incluyendo su Responsabilidad de Proteger a los civiles de las atrocidades en masa.