Filipinas

Rosalyn Martínez, de 26 años con su hija Angel de 7 años, recolecta agua de una bomba de agua al norte de Tacloban, Filipinas. Aurelie Marrier d'Unienville / Oxfam

Filipinas es un país formado por más de 7.000 islas. Sin embargo, la mayor parte de su población se concentra en tan solo 11. En las últimas décadas, la economía del país se ha deteriorado de forma progresiva, afectando especialmente a las clases más empobrecidas. El caso más extremo es el de la isla de Mindanao, en la que, a pesar de ser rica en recursos minerales y agrícolas, paradójicamente siete de cada diez familias vive por debajo del umbral de pobreza.

Filipinas es un país tradicionalmente gobernado por una oligarquía semifeudal que protege los intereses de la élite terrateniente. Unas estructuras de gobernanza frágiles han contribuido a que la pobreza persista. Debido a la precaria situación en el país y las ventajas que les proporcionan su profesionalidad y dominio de la lengua inglesa, muchos filipinos y filipinas han emigrado al extranjero. Por este motivo, la economía local depende en gran medida de las transferencias de divisas.

Oxfam en Filipinas

Oxfam trabaja en Filipinas para lograr un futuro en el que todos sus habitantes, y especialmente las mujeres y otros colectivos vulnerables, vivan libres de la injusticia de la pobreza. También respondemos en situaciones de desastre proporcionando ayuda de emergencia a las personas damnificadas para que puedan recuperar sus medios de vida. Cada día contribuimos a impulsar un cambio trabajando codo con codo con nuestras organizaciones socias para encontrar formas prácticas e innovadoras de ayudar a las familias a que influyan en las decisiones que les afectan y puedan, así, salir  de la pobreza por si solas..

Nuestro trabajo

Trabajamos principalmente en la Región Autónoma del Mindanao Musulmán (RAMM), una de las cinco regiones de Mindanao, que acoge a más de 3,5 millones de filipinos y filipinas, muchos de los cuales viven en condiciones de extrema pobreza. Durante las últimas cuatro décadas, la región ha sufrido continuos episodios de conflicto armado que han provocado graves pérdidas económicas y humanas, gran devastación y el desplazamiento de muchas familias, lo que ha agravado su situación ya de por sí precaria.

Nuestra labor en Filipinas

  • promovemos una ciudadanía activa para que más mujeres y personas jóvenes y pobres puedan ejercer su derecho político a influir en las decisiones que afectan a sus vidas y medios de subsistencia;
  • trabajamos creando alianzas con otras organizaciones y junto a mujeres y hombres en situación de vulnerabilidad para acabar con las injusticias que generan pobreza. Lo hacemos exigiendo la implementación eficaz de determinadas políticas y promoviendo prácticas que empoderarán a las comunidades más pobres y vulnerables;
  • apoyamos campañas regionales e internacionales, así como la labor de incidencia política nivel nacional mediante partenariados con organizaciones locales y nacionales;
  • mejoramos la resiliencia del país ante desastres para salvar vidas ahora y en el futuro invirtiendo en mecanismos dirigidos a reducir los riesgos y el impacto de los desastres y fomentar una respuesta rápida ante las emergencias, dando prioridad a la provisión de ayuda a las personas más vulnerables;
  • Justicia de género: Las mujeres están en el centro de toda nuestra labor. Promovemos las voces y el liderazgo de las mujeres en los procesos de toma de las decisiones que afectan a sus vidas. Mediante nuestro programa para promover el liderazgo económico de las mujeres (Women’s Economic Leadership; WEL), nuestro objetivo es desarrollar el poder negociador de las mujeres en dos ámbitos de sus vidas que están interconectados: sus hogares y los mercados económicos en los que participan vendiendo sus productos y/o servicios.