Ruanda

Oxfam almacena productos éticos y sostenibles fabricados por personas pobres y desfavorecidas de todo el mundo como parte de su gama Sourced By Oxfam. Crédito: Jacques Nkinzingabo / Oxfam

La  República de Ruanda, un país de 11 millones de habitantes en tan solo 26.000km2, está situada a en el este y centro de África. Tres guerras civiles y el subsecuente genocidio de 1994 han tenido un devastador impacto en el tejido social y económico del país. El gran número de víctimas mortales, el desplazamiento masivo y la turbulencia económica han dejado graves secuelas.

Sin embargo, el país está dejando atrás su trágico pasado y ha logrado un crecimiento y estabilidad impresionantes. Se ha logrado grandes progresos en los objetivos de desarrollo del milenio en materia de educación, salud y cuestiones de género, y en 2010 el país fue nombrado “el mayor reformista del mundo” en el informe del Banco Mundial  “Doing Business” (“hacer negocios”)  Sin embargo, aún quedan grandes desafíos en un país en el que la mitad de la población todavía vive en la pobreza y necesita ayuda para crear trabajo tanto en zonas rurales como urbanas.

Oxfam en Ruanda

Oxfam trabaja en Ruanda desde los años 60, y cuenta con presencia física en el país desde 1982, llevando a cabo tareas de respuesta humanitaria, agua y saneamiento, gestión en situación de conflicto y proyectos de medios de vida sostenibles

Hoy en día, el papel de Oxfam es el de catalizador y facilitador, uniendo a las personas para influir en la manera de lograr el cambio y asegurar que éste beneficie a las personas más pobres y vulnerables.

Nuestros socios incluyen asociaciones de agricultores, sociedad civil, empresas del sector privado, organizaciones nacionales, grupos de mujeres, centros de investigación, organismos gubernamentales e instituciones financieras. Trabajamos en estrecha colaboración con todos estos grupos para lograr cambios a largo plazo en las vidas de las personas que viven en la pobreza.

Nuestro trabajo se centra en los medios de vida sostenibles y en una gobernanza participativa. Nuestro objetivo es asegurar que las personas más pobres y vulnerables sean beneficiarias directas del desarrollo y puedan influir en las decisiones que afectan a sus vidas, dando lugar a un país más estable y con una paz duradera. Creemos firmemente en el empoderamiento de las mujeres y en la equidad entre hombres y mujeres