Hacer frente a la crisis climática

Pastoralist communities in the Somalia region

Las comunidades de pastores en la región somalí han sufrido 4 años de lluvias y sequías erráticas. Millones han perdido sus animales y sus medios de subsistencia. La mayoría de cultivos se han echado a perder y la comunidades que aún tienen acceso limitado al agua ven como no es  suficiente para cubrir sus necesidades básicas.

La crisis climática está pasando, aquí y ahora. Está provocando el caos en todo el mundo y son las comunidades más pobres y, especialmente, las mujeres quienes pagan el precio más alto por sus consecuencias.

Desde Mozambique a Guatemala, millones de personas han perdido sus hogares, sus medios de vida y a sus seres queridos debido a inundaciones, sequías, tormentas e incendios forestales cada vez más peligrosos y frecuentes, provocados por una crisis climática a la que estas personas no han contribuido a provocar.

El impacto desigual de la crisis climática

Muchos países pobres ya sufren los estragos de fenómenos meteorológicos extremos y carecen de recursos para adaptarse a su impacto y a los efectos del cambio climático como, por ejemplo, estaciones meteorológicas de seguimiento o barreras contra inundaciones.

Las personas pobres también son más vulnerables al cambio climático porque dependen de la lluvia para mantener sus cultivos, viven en casas de construcción deficiente en áreas expuestas y carecen de ahorros o seguros que les ayuden a recuperarse tras el impacto de un desastre.

A medida que aumentan la frecuencia y la intensidad de las amenazas relacionadas con el clima, la capacidad de resistencia de las personas que viven en situación de pobreza va mermando. Cada desastre las va sumiendo en una espiral descendente de pobreza y hambre cada vez más profunda y, finalmente, se ven obligadas a desplazarse.

Noaga Oueda in her field of sorghum, in Burkina Faso.

Noaga Ouèda, de Burkina Faso, vive de lo que cultiva en el campo. Ahora cosecha mucho menos porque está a merced del clima impredecible: "Como ha llovido menos que en años anteriores, estamos sufriendo mucho. Antes no conocíamos el hambre, pero ahora nos vemos obligados a racionar (la harina) para poder alimentar a nuestros hijos ".

Las mujeres entre las personas más perjudicadas

En todo el mundo, las mujeres son normalmente las responsables de suministrar y preparar los alimentos, recoger agua y cuidar los cultivos. Cuando las sequías y las inundaciones malogran las cosechas, las mujeres deben encontrar otras formas de conseguir ingresos y comprar alimentos para sus familias.

Con el aumento de su carga de trabajo, las mujeres apenas tienen tiempo para otras actividades que les permitan generar ingresos o para participar en la vida comunitaria, un problema que se agrava por las normas, percepciones y creencias en torno al papel de la mujer en la sociedad.  Además, con demasiada frecuencia, las mujeres carecen de activos (acceso a crédito, tierras o propiedades) que les permitirían hacer frente mejor a los efectos de los desastres relacionados con el clima.

Desplazamientos forzados

Los desastres provocados por el clima son la principal causa de desplazamiento interno, obligando a millones de personas a abandonar sus hogares y buscar refugio dentro de las fronteras de su país.

Hoy en día, es siete veces más probable que nos veamos obligadas a desplazarnos internamente debido a ciclones, inundaciones e incendios forestales, que por terremotos o erupciones volcánicas; y tres veces más probable que a causa de conflictos.

La crisis climática en cifras

x 3

El número de desastres provocados por el clima se ha triplicado en 30 años. Para la década de 2030, grandes zonas de África meridional y oriental, del cuerno de África y de Asia meridional y oriental experimentarán un mayor riesgo de sequías, inundaciones y tormentas tropicales.

20 M

Durante la última década los desastres provocados por el clima han obligado a más de 20 millones de personas a desplazarse internamente cada año de media. Cerca del 80% del total de personas desplazadas durante la última década residen en Asia. La región alberga a cerca del 60% de la población mundial.

10 %

El 10% más rico de la población mundial es responsable de casi la mitad de las emisiones globales de carbono. La mitad más pobre de la población mundial (3.500 millones de personas) es responsable de tan solo un 10%.

100

Solo 100 empresas son responsables de casi tres cuartas partes de las emisiones globales (un 71%) y destinan millones a labores de lobby para contrarrestar la lucha contra el cambio climático.

700 M

Entre 2008 y 2018, 18 países africanos sufrieron pérdidas anuales conjuntas por más de 700 millones de dólares como consecuencia de desastres relacionados con el clima.

Combatir el cambio climático, luchar contra la pobreza

Oxfam hace campaña contra la crisis climática y trabaja con organizaciones socias para llevar las voces de las comunidades afectadas a los debates y las negociaciones internacionales. Queremos lograr que el aumento de la temperatura del planeta sea inferior a los 1,5°C y que las personas que viven en países en desarrollo reciban apoyo para adaptarse a los efectos del cambio climático.

Desde Oxfam trabajamos con comunidades locales para desarrollar su resiliencia frente a la crisis climática. Por ejemplo, en el norte de Etiopía, donde las sequías son cada vez más frecuentes y graves, hemos puesto en marcha una iniciativa de micro seguros para familias agricultoras a pequeña escala. Y en Sudáfrica hemos instalado paneles solares en escuelas para demostrarle al Gobierno que existen soluciones para reducir las emisiones y los costes de la electricidad. Todo ello en colaboración con nuestras organizaciones socias.

También respondemos ante emergencias relacionadas con los efectos del cambio climático en todo el mundo. Solo en el último año, en colaboración con nuestras organizaciones socias, hemos proporcionado ayuda humanitaria a cientos de miles de personas afectadas por terribles inundaciones, tormentas sequías. Por ejemplo, más de 2,2 millones de personas precisaron ayuda humanitaria tras el paso del ciclón Idai por el sudeste de África. Desde Oxfam contribuimos a la respuesta suministrando agua potable, saneamiento y kits de higiene a más de 500.000 personas.

Fotos: Pablo Tosco/Oxfam