Detrás de las estadísticas oficiales y del modelo económico, en muchas zonas del mundo, agricultores, trabajadores manufactureros, trabajadores migrantes, recicladores de basura y mujeres que hacen trabajo no remunerado en el hogar se preguntan lo mismo: "¿Qué nos golpeó en el 2009?".
La investigación de Oxfam sobre la crisis económica mundial en 12 países,1 en la que intervinieron unas 2.500 personas, y para la cual se tuvieron en cuenta los resultados de estudios de una serie de universidades, grupos de expertos y organizaciones internacionales, revela la profundidad y complejidad de los impactos, las vulnerabilidades y la capacidad de resistencia de las personas y los países pobres de todo el mundo.
La investigación ha buscado analizar en profundidad tanto el ámbito sectorial, como individual y familiar, y sus resultados ponen en duda algunos de los macroanálisis presentados en otras partes. La investigación de Oxfam presenta una imagen distinta, con bolsas de trabajadores e industrias dependientes de la exportación en países como Ghana e Indonesia devastados aun cuando las economías nacionales parecen capear la tormenta.
Si bien las familias decían tener cada vez más problemas para ganarse la vida, no hacían distinciones conceptuales claras entre la elevación de los precios de los alimentos, la crisis económica o el impacto del cambio climático en sus cosechas.