Las violencias contra las mujeres y niñas se manifiestan de muchas maneras. Algunas están tan asimiladas que pasan inadvertidas o se consideran normales. Pero cada actitud machista, sexista y racista de nuestro entorno contribuye a alimentarlas. ¿Cómo lo viven las nuevas generaciones?
Hemos preguntado a jóvenes de 15 a 25 años de ocho países de América Latina y el Caribe qué percepciones tienen sobre la violencia machistas y las relaciones de pareja. ¿Crees que lo ven como un problema o, por el contrario, la juventud aún tiene creencias que justifican y normalizan situaciones de violencia machista? Averígualo.
Toma el quiz.
Debemos transformar los imaginarios y normas sociales para eliminar la violencia contra las mujeres y niñas
La violencia machista está muy presente en la vida de las y los jóvenes latinoamericanos: el 56% de las mujeres y el 48% de los hombres de entre 20 y 25 años encuestados tienen alguna amistad de su círculo cercano que ha sufrido violencia física o sexual en los últimos 12 meses. Pero lo más preocupante es que casi la mitad cree que las mujeres consideran que la violencia que sufren es normal.
Esta normalización vive fuertemente arraigada no solamente entre la juventud, sino también en las instituciones públicas y en los círculos familiares y sociales. Está tan asimilada en las creencias, imaginarios y normas sociales que el reto es reconocerla en sus distintas formas (celos, control, discriminación laboral, institucional, comentarios machistas, sexualización de la mujer en la publicidad, etc.) y luchar para cambiar todo lo que la alimenta.
Afortunadamente, podemos desaprender lo que hemos aprendido. De hecho, son muchas las mujeres y hombres jóvenes que han salido a la calle y están construyendo imaginarios y normas sociales diferentes para acabar con la violencia machista. Desde Oxfam, trabajamos con organizaciones feministas y de mujeres para que estas nuevas generaciones tengan voz y se conviertan en el motor del cambio. Romper con la indiferencia es el primer paso para acabar con la impunidad.
Difunde nuestra campaña y di: ¡Basta! Acabemos con las violencias contra mujeres y niñas.