El número de multimillonarios del mundo se ha duplicado desde el 2008 y la desigualdad alcanza niveles extremos

Publié: 30th octobre 2014

La organización global para el desarrollo Oxfam, advierte hoy en un nuevo informe que la creciente  desigualdad es el mayor reto social para los gobiernos.

Latinoamérica y el Caribe sigue siendo la región más desigual del mundo. Mientras los más ricos captan en promedio casi 50% de los ingresos totales de la región, los más pobres reciben solo el 5%.

Oxfam advierte hoy que la creciente desigualdad podría causar un retroceso de décadas en la lucha contra la pobreza. Sólo en Latinoamérica y el Caribe el número de ricos que acumulan más de mil millones de dólares creció en un 38% de 2012 a 2013. En ninguna otra región del mundo subió tanto este grupo.

En el informe Iguales: Acabemos con la desigualdad extrema, Oxfam revela que sólo entre 2013 y 2014, las 85 personas más ricas del planeta –quienes poseen la misma riqueza que la mitad más pobre de la población mundial- aumentaron su patrimonio en 668 millones de dólares al día, lo que equivale a casi medio millón de dólares cada minuto.

La desigualdad es uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo

Desde el Fondo Monetario Internacional hasta el Papa Francisco, pasando por el presidente Barack Obama y el Foro Económico Mundial, cada vez existe un mayor consenso en que la desigualdad es uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo y no combatirla profundiza los problemas económicos y sociales. A pesar de todas estas advertencias, no se han tomado medidas concretas. Esta falta de acción de parte de los gobiernos es inaceptable, más aún en el caso de Latinoamérica y el Caribe que sigue siendo la región más desigual del planeta.

Lanzamos nueva campaña Iguales: es hora de cambiar las reglas

Con este nuevo informe, respaldado por Kofi Annan y Joseph Stiglitz, entre otros, Oxfam lanza su nueva campaña Iguales: es hora de cambiar las reglas, cuyo objetivo es exigir a los líderes mundiales que conviertan sus palabras en hechos y garanticen un trato justo para las personas más pobres. Para ello, una de las acciones importantes que deben cumplir los gobiernos es frenar la evasión y la elusión fiscal de grandes empresas y personas adineradas. Esto para que los Estados tengan suficientes recursos para construir sociedades más justas. Los ricos latinoamericanos acumulan alrededor de 2 billones de dólares (similar al PIB de Brasil) en paraísos fiscales. Según Oxfam, las empresas en Latinoamérica y el Caribe registran niveles de evasión que van del 46% en México al 65% en Ecuador, sin suficientes sanciones.

Winnie Byanyima, directora ejecutiva de Oxfam Internacional, afirma: "Lejos de fomentar el crecimiento económico, la desigualdad extrema constituye un obstáculo para la prosperidad de los habitantes del planeta. Hoy en día, el crecimiento económico sólo beneficia a los más ricos, y seguirá siendo así hasta que los Gobiernos actúen. No deberíamos permitir que las doctrinas económicas -que sólo buscan el beneficio a corto plazo-, o las personas ricas y poderosas -que sólo buscan el beneficio propio- nos cieguen ante estos hechos”.

"La desigualdad dificulta el crecimiento económico, corrompe la política, limita las oportunidades y alimenta la inestabilidad, mientras exacerba la discriminación, especialmente hacia las mujeres", subraya Byanyima.

Pequeñas acciones pueden frenar la desigualdad

Los beneficios de pequeñas acciones para frenar la desigualdad, hablan por sí solos. Un ligero aumento de 1,5% al impuesto sobre la riqueza de los multimillonarios de todo el mundo alcanzaría para que todos los niños y niñas del mundo vayan a la escuela, así como la provisión de servicios básicos de salud en los países más pobres.

Invertir en servicios públicos gratuitos es esencial para cerrar la brecha entre las personas ricas y el resto. Cada año, 100 millones de personas en todo el mundo se ven sumidas en la pobreza por tener que pagar para recibir asistencia médica. De 2009 a 2014, al menos un millón de mujeres ha muerto durante el parto debido a la falta de servicios básicos de salud.

La situación de las élites sigue siendo muy distinta

En cambio, la situación de las élites es muy distinta. Si las tres personas más ricas del mundo gastaran un millón de dólares al día cada una, les llevaría 200 años acabar todo su dinero. Esto no ocurre únicamente en los países más ricos. En México, Carlos Slim, -el más rico de todos los latinos y el segundo hombre más rico del mundo-, podría pagar sólo con sus ingresos de un año los salarios anuales de 440.000 mexicanos.

La desigualdad dificulta el crecimiento económico, corrompe la política, limita las oportunidades y alimenta la inestabilidad, mientras exacerba la discriminación, especialmente hacia las mujeres.
Winnie Byanyima, directora ejecutiva
Oxfam Internacional

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