50 años después, los países ricos siguen sin destinar el 0,7 % a ayuda al desarrollo

Publicado: 23rd Octubre 2020

 

Oxfam ha publicado hoy una nueva nota informativa en la que señala que los países pobres se han visto privados de 5,7 billones de dólares en concepto de ayuda (lo que equivale a 114 000 millones de dólares al año) como consecuencia de la continuada falta de compromiso por parte de los países ricos a la hora de destinar el 0,7 % de sus ingresos a ayuda oficial al desarrollo.

La nota “50 años de promesas rotas” se publica con motivo del 50 aniversario de la adopción de este estándar internacional, que se celebra este sábado, 24 de octubre. En ella se advierte de que la crisis económica derivada de la pandemia incrementará las necesidades, pero a la vez reducirá el gasto en ayuda oficial al desarrollo, afectando a la capacidad de los países pobres para movilizar ingresos a partir de otras fuentes. La pandemia podría sumir en la pobreza a entre 200 y 500 millones de personas más. Sin embargo, hasta la fecha tan solo se ha proporcionado el 28 % de los 10 190 millones de dólares solicitados por las Naciones Unidas para ayudar a los países pobres a afrontar esta crisis.

En 2019, los países ricos tan solo destinaron el 0,3 % de su renta nacional bruta a ayuda oficial al desarrollo, y solo cinco países (Luxemburgo, Noruega, Suecia, Dinamarca y el Reino Unido) cumplieron o excedieron el objetivo del 0,7 %.

José María Vera, director ejecutivo interino de Oxfam Internacional, señala:

«La ayuda oficial al desarrollo es una herramienta fundamental en la lucha contra la pobreza y la desigualdad. A pesar de ello, los Gobiernos ricos han incumplido sus compromisos de forma sistemática durante décadas. Las consecuencias de estos 5,7 billones de dólares de deuda recaen en los 260 millones de niñas y niños sin escolarizar, en la mitad de la población mundial que carece de acceso a servicios sanitarios básicos y en los 2 000 millones de personas que no tienen garantizada su seguridad alimentaria».

«La pandemia provocada por el coronavirus ha hecho que la ayuda internacional sea más importante que nunca, pero también que esté más en riesgo que nunca», añade Vera.

La nota informativa describe el papel fundamental que la ayuda ha desempeñado en la lucha contra la pobreza y la desigualdad durante los últimos 50 años, también en áreas que resultan fundamentales para la lucha contra la Covid-19:

 

  • los programas de salud financiados por el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida/VIH, la Tuberculosis y la Malaria han salvado más de 27 millones de vidas desde 2000. La Iniciativa de Erradicación Mundial de la Poliomielitis ha movilizado fondos para vacunar a cientos de millones de niñas y niños, salvando a aproximadamente 18 millones de la parálisis y erradicando esta enfermedad en muchas zonas del planeta.
  • 34 millones de niñas y niños tuvieron la oportunidad de ir a la escuela como resultado del paquete de ayuda acordado en el Foro Mundial sobre la Educación de Dakar del año 2000, mientras que el Fondo Regional de la Sociedad Civil para la Educación ha promovido coaliciones en 60 países para defender mejores políticas y más recursos para la educación. Por ejemplo, en Zambia la coalición presionó con éxito para lograr que la proporción del presupuesto nacional destinada a educación se incrementara hasta un histórico 20,2 % en 2014.
  • la ayuda internacional financia íntegramente programas de protección social en siete países del África subsahariana. En Zambia, contribuyó a movilizar recursos necesarios para incrementar el número de personal sanitario de 12 000 a 17 000 entre 2005 y 2010.

 

La nota informativa también destaca que una proporción significativa de la ayuda no cumple con estándares fijados internacionalmente sobre efectividad de la ayuda. Por ejemplo, esta se utiliza con frecuencia para favorecer los intereses nacionales o comerciales de los países donantes. En 2016, los donantes otorgaron a empresas de sus países el 51 % de los contratos de ayuda reportados a la OCDE y tan solo el 7 % de los proveedores pertenecían a países de renta baja y media.

La fortuna del hombre más rico del mundo (185 600 millones de dólares en octubre de 2020) es mayor que la suma de todos los presupuestos de ayuda internacional (152 800 millones de dólares en 2019). Por otro lado, los Gobiernos destinan más del doble de fondos a subvencionar combustibles fósiles (320 000 millones de dólares en 2019).

Si los países ricos cumplieran con los compromisos adquiridos, esto supondría una importante diferencia a la hora de proporcionar los 4,8 billones de dólares adicionales necesarios entre 2019 y 2030 para lograr los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas en los 59 países de menor renta del mundo.

«La ayuda internacional no es caridad. Es una inversión en un mundo más justo, más próspero y más seguro para todas y todos nosotros».

«En un mundo en el que tan solo un hombre, Jeff Bezos, posee más que la suma de todos los presupuestos de ayuda internacional, no cabe duda de que los Gobiernos pueden y deben esforzarse más para cumplir sus promesas», agrega Vera.

Notas para editores

La nota informativa de Oxfam ya está disponible para su descarga.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), 260 millones de niñas y niños no fueron escolarizados en 2018.

El informe mundial de seguimiento de la cobertura sanitaria universal de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 2017 evidenció que la mitad del mundo carece de acceso a servicios de salud esenciales.

La Agencia Internacional de la Energía afirma que en 2019 los Gobiernos proporcionaron subsidios a combustibles fósiles por valor de 320 000 millones de dólares.

En 2015 todos los Estados miembro de las Naciones Unidas adoptaron los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y acordaron un plan de acción para la paz y la prosperidad de la humanidad y el planeta, para el presente y de cara al futuro.

 

Información de contacto

Anna Ratcliff, anna.ratcliff@oxfam.org or +44 (0)7796993288