No se alcanzan los compromisos para combatir la pobreza y la ayuda de los donantes es ínfima comparada con lo destinado a rescatar a los bancos
El aumento global del 10% en la cooperación, hasta alcanzar 120 mil millones de dólares, es bienvenida pero está distante de cubrir las necesidades de los países pobres frente a la crisis económica global, anuncia la agencia internacional Oxfam.Los niveles de la cooperación global – publicados hoy por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en Londres – son también mínimos en comparación con los 8,4 mil billones de dólares empleados para asistir a bancos con problemas. Sólo el American Insurance Group (AIG), con sus 173 mil millones de dólares, ha recibido 50 mil millones más que el total de la cooperación global. El Director de Finanzas para el Desarrollo de Oxfam, Max Lawson, apunta: “A pesar de la buena noticia que supone este aumento, los niveles de la asistencia siguen siendo mínimos en comparación con las economías de los países ricos, sólo el 0,3 %. Ese nivel es más bajo que el del 2005, y mínimo en comparación con los 8,4 mil billones de dólares movilizados para salvar bancos. La cooperación externa es un salvavidas absolutamente vital para la gente más pobre, especialmente en estos tiempos brutales de la economía. Se necesita muchísimo más, y se necesita ahora”. “Los países ricos pueden hacer brotar el dinero cuando lo desean. Sólo las bonificaciones de los ejecutivos de AIG podrían haber servido para contratar maestros para siete millones de estudiantes en África. Necesitamos que el G20 se mueva con prontitud en Londres esta semana para rescatar a los bebés, no sólo a los banqueros”, señala Lawson. La Inversión Extranjera Directa hacia los países en desarrollo ha colapsado en más de 700 mil millones de dólares desde el 2007, nivel más de seis veces mayor que el total de la cooperación externa. Las remesas también se reducen rápidamente en la medida que el desempleo aumenta en los países ricos. El intercambio global se paralizado virtualmente. La cooperación externa es más necesaria que nunca para que los países más pobres puedan aguantar el tsunami económico. Las cifras de la OCDE muestran que la cooperación externa ha aumentado en un 10% en términos reales en el 2008 (120 mil millones de dólares). Pero el África Subsahariana, a pesar de ser la región más pobres del planeta, sólo vio un aumento de apenas el 0,4 % (22,5 mil millones de dólares). La mayoría de las naciones ricas aún deben escalar una montaña para alcanzar sus promesas del 2005: aumentar la cooperación global en 50 mil millones de dólares para el 2010, mitad de la cual iría para el África. Italia, Presidente del G8 en 2009, es el peor caso. La OCDE estima que Italia debe aumentar sus montos para la cooperación en 143%, para poder cumplir con su promesa. El déficit debe ser reconocido y debe establecerse un cronograma claro para aumentar la cooperación hasta alcanzar las metas. “La cooperación por si misma no es suficiente para que los países más pobres escapen de la trampa de la pobreza, pero una cooperación de calidad y de largo plazo sí que establece una diferencia enorme. Los gobiernos de los países pobres empleaban la ayuda para aumentar el gasto en educación y salud y combatir la pobreza. El gobierno tanzano empleaba la cooperación para ofrecer escuela primaria gratuita a su niñez – y ahora 3,5 millones más de niñas y niños están en las aulas de clases. Tanzania también empleaba la cooperación para fortalecer sus servicios de salud, logrando con ello reducir las mortalidad infantil en el primer año de vida en casi un tercio”, afirma Lawson.