La mitad de la población de República Centroafricana pasa hambre

• Un año después de la transición política que llevó al poder a Touadera, el 60% del territorio aún sigue en manos de los grupos armados
• El 48% de la población pasa hambre y sólo come una vez al día 

Cuando se cumple un año desde que República Centroafricana eligiera un nuevo presidente, Oxfam advierte de que la violencia y la inseguridad han vuelto a ganar terreno desde el pasado mes de octubre. 

El 30 de de marzo de 2016, Faustin Archange Touadera fue investido nuevo presidente tras tres años de transición política, con el reto de poner fin a la violencia y garantizar protección a su población, exhausta tras años de conflicto.

Ahora, con enfrentamientos entre nuevas coaliciones de grupos armados que han provocado el desplazamiento de 100.000 personas en los últimos seis meses (1), Oxfam advierte de que se corre el riesgo de regresar a la casilla de salida. 

A pesar de los avances en materia de seguridad, el 60% del territorio sigue en manos de los grupos armados: “Un año después se corre el riesgo de descarrilar por el incumplimiento de las promesas hechas a millones de centroafricanos que siguen padeciendo hambre y violencia. Los esfuerzos del presidente no lograran acabar con el sufrimiento de la población si no se concretan en el tiempo y si no hay un apoyo real de la comunidad internacional.”, ha declarado Ferran Puig, Director de Oxfam en República Centroafricana.

El país sigue siendo extremadamente dependiente de la ayuda humanitaria: el 48% de la población pasa hambre y se ve obligada a comer sólo una vez al día. (2)  Sólo el 35% tiene acceso a agua potable y un 27% a servicios de saneamiento, según Naciones Unidas.  

A pesar de las enormes necesidades, la respuesta humanitaria sólo se ha financiado en un 5% en lo que va de año. En 2016 sólo se cubrieron el 36% de los fondos, poniendo la respuesta humanitaria en una situación de subfinanciación crónica. 

Situación alimentaria crítica

Cerca del 60% de los centroafricanos vive de la agricultura, pero sólo el 37 % de ellos ha podido cultivar el año 2016, debido a la falta de acceso a la tierra y a la inseguridad persistente, sobre todo en las zonas rurales. Según evaluaciones realizadas por Oxfam, el  80%  de la población en sus zonas de intervención de Batangafo y Paoua, en el norte del país, asegura que sus bienes de producción han sido robados o saqueados.

Asimismo,  la producción agrícola ha registrado en esta zona un descenso del 80% en los últimos tres años a causa de la inseguridad (3) y la falta de insumos agrícolas. Esto ha reducido las oportunidades de trabajo, sobre todo de las familias más pobres, que dependen de la agricultura para sobrevivir. 

“La situación sigue siendo crítica. Antes de la crisis estas regiones eran los graneros del país y tenía vínculos comerciales con Chad y Camerún. Hoy en día las actividades agrícolas están casi paralizadas. Las promesas hechas por el presidente para relanzar la economía y la producción agrícola no podrán cumplirse si la inseguridad persiste”, ha explicado Puig.

El retorno a la normalidad en este país devastado por años de conflicto fue la premisa de las promesas electorales sobre la restauración de la paz, la estabilidad y la reconciliación en la República Centroafricana.

“Las necesidades siguen siendo enormes. Uno de cada 5 centroafricanos está fuera de sus hogares, desplazados o refugiados, de los cuales el 58% son niños y niñas (4). Los retornados no tienen acceso digno a los servicios sociales básicos ni garantías de seguridad. Si las medidas urgentes a largo plazo no se adoptan inmediatamente, el riesgo de retorno a la casilla de salida es elevado”, ha añadido Puig.