Oxfam y sus socios humanitarios en Filipinas, el Consorcio de Respuesta Humanitaria (en inglés HRC), han iniciado la respuesta de emergencia hacia las comunidades más afectadas por el tifón Bopha (conocido localmente como Pablo) en la isla sureña de Mindanao.
Las principales prioridades incluyen el aseo, llevar agua potable a las áreas afectadas, establecer instalaciones de saneamiento básico y llevar efectivo y proyectos de dinero-por-trabajo para ayudar a las familias a adquirir alimentos, ropa y cobijo.
Los suministros para el tratamiento de agua y kits de higiene están enviándose a las áreas más afectadas de las provincias de Compostela Valley y Davao Oriental, donde los afectados ascienden a 505.000 personas.
La respuesta de emergencia, que durará siete meses, ofrecerá asistencia a 12 mil familias. Es la respuesta rural más amplia a un desastre natural que las agencias han desarrollado en Filipinas.
“Las necesidades son enormes. Llevará mucho tiempo recuperarse del impacto del desastre”, declara Paul del Rosario, coordinador del programa de respuesta humanitaria de Oxfam.
“A corto plazo, tenemos que llevar ayuda urgente a la gente: refugios básicos y acceso a agua potable y alimentos. A medio y largo plazo, debemos apoyar a las familias con medios de vida. Las comunidades agrícolas han sido las más afectadas y podrían tardar muchos años en recuperarse totalmente”.
Los equipos de Oxfam, en la zona
Tras efectuar unas rápidas valoraciones técnicas, el Consorcio de Respuesta Humanitaria, con el apoyo de Oxfam, se centrará inicialmente sobre las aldeas devastadas de New Bataan, Compostela y Laak, en la provincia de Compostela Valley; Baganga (donde tocó tierra el tifón inicialmente), Cateel y Boston en la provincia de Davao Oriental y Lingig en la provincia de Surigao del Sur.
“Nuestros equipos de emergencia están activos y hemos llevado a las áreas afectadas suministros para el tratamiento del agua, agua y kits de higiene así como elementos para armar refugios de emergencia”, declara Kevin R. Lee, líder de HRC y director ejecutivo de A Single Drop for Safe Water. “Hemos sufrido algunos desafíos logísticos debido a los cortes de carreteras, puentes y comunicaciones, pero el material está llegando donde más se necesita”.
Los equipos también están intentando reparar y rehabilitar las tuberías dañadas y estableciendo sistemas de tratamiento de aguas.
Según las últimas cifras (relativas al 10 de diciembre a las 05:00 horas) del Consejo de Gestión para la Reducción del Riesgo de Desastre Nacional en Filipinas (NDRRMC), 647 personas fallecieron durante el tifón y otras 780 continúan desaparecidas. Más de 302.000 personas viven todavía en centros de evacuación temporal.
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Si quieres, puedes hacer un donativo al afiliado de Oxfam más cercano. Este dinero se utilizará para financiar nuestro trabajo de emergencia, como la respuesta necesaria ahora en Filipinas.
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Notas para editores
Notas para los editores:
El Consorcio de Respuesta Humanitaria, apoyado por Oxfam, está compuesto por A Single Drop for Safe Water (ASDSW); Kadtuntaya Foundation Inc.(KFI) ; People’s Disaster Risk Reduction Network (PDRRN) y Rural Development Institute of Sultan Kudarat (RDISK)
En caso de interés, disponemos de fotos y vídeos de alta resolución disponibles.
Declaraciones de algunos afectados per el tifón:
Alcalde Reynaldo B. Navarro, del municipio de Laak:
“Los alimentos constituirán el desafío más importante. También necesitamos ayuda con agua potable y mantas. Los niños duermen a la intemperie. Durante las próximas semanas necesitaremos más medicinas. Me temo que se extiendan enfermedades como diarrea y problemas estomacales.
“A pesar de que esta área ha sido afectada por conflictos, este es el peor desastre que nos ha golpeado. Las personas mueren lentamente porque ya no tienen cultivos. No tienen medios de subsistencia ni trabajo”.
Fatima Espinosa, 36 años y madre de nueve hijos (aldea de Kadiwa, municipio de Laak, al este de Mindanao):
Ha perdido el hogar, pertencias y cultivos.
“Todo lo que trabajamos para levantar ha quedado en ruinas. Si el comandante de la aldea no nos hubiera reunido a todos durante el tifón, probablemente no estaríamos aquí ahora. Nuestros hogares han quedado casi todos destruidos o anegados, excepto unos pocos. Cuando ves la gente de la comunidad ahora, especialmente a los niños, resulta muy difícil soportarlo”.”
Richard Carado, 39 años, agricultor y padre de seis hijos.
Tiene dos hectáreas de tierras, planta plátanos y cocos.
“Tendremos que trabajar muy duro para recuperarnos del desastre. Probablemente nos llevará dos años recuperarnos. Es el tiempo que mis cultivos tardaron en crecer. Tardaremos dos años en recuperar la normalidad”.
Gary Pido, agricultor y padre de seis hijos.
Cultiva cocos, plátanos y caucho en 0,6 hectáreas de tierra.
“He vivido aquí durante 44 años. Nunca sufrimos un tifón. Antes se nos informaba cuando se aproximaba uno, pero cuando llegaban, nunca afectaban al área de esta manera. Hemos visto los peores efectos del tifón solo en televisión. Nunca pensé que esto podría sucedernos a nosotros. Pero con este tifón sufrimos los daños y la destrucción de un desastre de este tipo en primera persona”.
Información de contacto
Para más información, contactar con:
En Manila
Jed Alegado, de Medios y Comunicación de Oxfam +639285042911; +639225409474
jalegado@oxfam.org.uk
Caroline Gluck, Representante de Prensa Humanitaria de Oxfam en Mindanao +63 9999669441; o +44 7867 976041 cgluck@oxfam.org.uk
Notas para los editores:
El Consorcio de Respuesta Humanitaria, apoyado por Oxfam, está compuesto por A Single Drop for Safe Water (ASDSW); Kadtuntaya Foundation Inc.(KFI) ; People’s Disaster Risk Reduction Network (PDRRN) y Rural Development Institute of Sultan Kudarat (RDISK)
En caso de interés, disponemos de fotos y vídeos de alta resolución disponibles.
Declaraciones de algunos afectados per el tifón:
Alcalde Reynaldo B. Navarro, del municipio de Laak:
“Los alimentos constituirán el desafío más importante. También necesitamos ayuda con agua potable y mantas. Los niños duermen a la intemperie. Durante las próximas semanas necesitaremos más medicinas. Me temo que se extiendan enfermedades como diarrea y problemas estomacales.
“A pesar de que esta área ha sido afectada por conflictos, este es el peor desastre que nos ha golpeado. Las personas mueren lentamente porque ya no tienen cultivos. No tienen medios de subsistencia ni trabajo”.
Fatima Espinosa, 36 años y madre de nueve hijos (aldea de Kadiwa, municipio de Laak, al este de Mindanao):
Ha perdido el hogar, pertencias y cultivos.
“Todo lo que trabajamos para levantar ha quedado en ruinas. Si el comandante de la aldea no nos hubiera reunido a todos durante el tifón, probablemente no estaríamos aquí ahora. Nuestros hogares han quedado casi todos destruidos o anegados, excepto unos pocos. Cuando ves la gente de la comunidad ahora, especialmente a los niños, resulta muy difícil soportarlo”.”
Richard Carado, 39 años, agricultor y padre de seis hijos.
Tiene dos hectáreas de tierras, planta plátanos y cocos.
“Tendremos que trabajar muy duro para recuperarnos del desastre. Probablemente nos llevará dos años recuperarnos. Es el tiempo que mis cultivos tardaron en crecer. Tardaremos dos años en recuperar la normalidad”.
Gary Pido, agricultor y padre de seis hijos.
Cultiva cocos, plátanos y caucho en 0,6 hectáreas de tierra.
“He vivido aquí durante 44 años. Nunca sufrimos un tifón. Antes se nos informaba cuando se aproximaba uno, pero cuando llegaban, nunca afectaban al área de esta manera. Hemos visto los peores efectos del tifón solo en televisión. Nunca pensé que esto podría sucedernos a nosotros. Pero con este tifón sufrimos los daños y la destrucción de un desastre de este tipo en primera persona”.
Para más información, contactar con:
En Manila
Jed Alegado, de Medios y Comunicación de Oxfam +639285042911; +639225409474
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Caroline Gluck, Representante de Prensa Humanitaria de Oxfam en Mindanao +63 9999669441; o +44 7867 976041 cgluck@oxfam.org.uk