El Salvador con 21 mil km2 es el país más pequeño de Centroamérica, registra una densidad poblacional de 6.4 millones de habitantes y es uno de los países en América Latina y El Caribe que reporta altos niveles de desigualdad económica y social. Tanto su territorio como su población son altamente vulnerables a los impactos del cambio climático.
El Salvador vive una joven democracia con estabilidad política que ha consolidado la institucionalidad y el marco de vigencia de derechos humanos, sin embargo, persiste una alta polarización política que limita la posibilidad de establecer acuerdos de país de mediano y largo plazo. Un país de renta media con un exitoso proceso de paz que abrió el camino al desarrollo, en este sentido, si bien hay avances significativos en la lucha contra la pobreza, la concentración de la riqueza en las mismas élites económicas y políticas que ostentan el poder llevan a un creciente nivel de desigualdad y derechos vulnerados de la población, particularmente aquella que vive en condiciones de pobreza y exclusión.
Oxfam está presente en El Salvador hace más de 30 años promoviendo el desarrollo de un país libre de la injusticia de la pobreza y ha contribuido a la construcción de una amplia red de alianzas con la población y sus organizaciones sociales.
En coordinación con sus socios y aliados, Oxfam ha influido en decisiones de política pública, ha abierto espacios de diálogo entre diferentes sectores y ha contribuido a la superación de la pobreza y desigualdad, a través de programas de desarrollo de largo plazo, de ayuda humanitaria en situaciones de emergencia y de campañas que buscan dar voz a la ciudadanía para que haga valer sus derechos.
La apuesta de Oxfam en El Salvador es la construcción de una ciudadanía activa, que coloca al centro de su accionar a las mujeres como agentes de cambio que ejercen un liderazgo transformativo, con capacidad de influencia en el diseño e implementación de políticas públicas que tengan a su base la generación de cambios en las relaciones de poder, en actitudes y creencias, así como en políticas, leyes, normativas, presupuestos públicos y prácticas del sector privado, de manera que se fomenten sociedades con mayor equidad y libres de la injusticia de la pobreza.
Actualmente, Oxfam trabaja con más de 50 socios a nivel nacional y con 80,000 participantes directos y 700,000 indirectos. Un 60% de participantes son mujeres. Oxfam tiene una cobertura en 69 municipios de 11 departamentos. En respuesta humanitaria se tiene capacidad de cobertura en los 14 departamentos del país, a través del trabajo con socios y copartes. En influencia y campañas, un alcance nacional, regional y global.
Oxfam en El Salvador
Oxfam implementa su apuesta, a través de tres programas de desarrollo y campañas nacionales y globales, participando en iniciativas en América Latina y el Caribe en temas que contribuyen a la reducción de la desigualdad, la vulnerabilidad, el riesgo ante desastres y a la eliminación de las violencias contra las mujeres.
Programa Justicia de Género: Queremos movilizar a la ciudadanía y a las personas responsables de la toma de decisiones en el ámbito político y el privado para que impulsen un liderazgo transformador y, así, se logre las reformas legislativas necesarias para acabar con la desigualdad y las violencias de género de una vez por todas.
Programa Ciudadanía activa: Busca contribuir a una ciudadanía activa capaz de influir y coordinar con las instituciones del Estado para promover, generar y aplicar legislación y políticas a nivel local y nacional que reconozcan los derechos de las personas.
Programa Prevención, Preparación y Respuesta Humanitaria: Busca contribuir al fortalecimiento de la resiliencia de las vidas y los medios de vida de mujeres, hombres y de la niñez más vulnerable, así como la implementación de políticas públicas en gestión del riesgo y cambio climático, a través de la coordinación entre el Gobierno y la sociedad civil.
Nuestras Campañas:
• IGUALES: Acabemos con la desigualdad económica extrema. ¡Actúa firmando nuestras peticiones!
• BASTA: Acabemos con las violencias hacia las mujeres y las niñas.
• CRECE: Justicia Alimentaria en un mundo de recursos limitados.