TCA

Tras más de una década de campaña, los activistas han podido celebrar, por fin, una gran victoria: la entrada en vigor del Tratado sobre el Comercio de Armas (TCA). Durante estos más de diez años, Oxfam ha trabajado con la coalición Armas bajo Control para hacer del tratado una realidad.

Tras la suspensión de las negociaciones sobre el alto el fuego, Oxfam ha hecho un llamamiento a todos los Estados para que suspendan las transferencias de armas y munición a Israel y a cualquier grupo armado palestino.

Hoy tiene lugar una cita histórica en la Sede de las Naciones Unidas, donde muchos gobiernos firmarán un Tratado de Comercio de Armas (TCA) diseñado para proteger a millones de personas que viven con el temor diario a la violencia armada.

Los activistas afirman que la votación de hoy del primer tratado global para regular el comercio internacional de armas constituye "un momento extraordinario” y señala el inicio de una nueva era. Para la coalición Armas bajo Control, la histórica votación envía un mensaje claro a los traficantes de armas y violadores de los derechos humanos: su tiempo ha terminado.

En respuesta a la publicación del nuevo texto revisado el pasado viernes, 22 de marzo, Anna Macdonald, responsable de la campaña Armas bajo control de Oxfam, afirma:

Los gobiernos de más de 190 estados miembros tienen una segunda oportunidad de hacer historia este mes y acordar el primer Tratado de Comercio de Armas (TCA). Así lo afirma una coalición de organizaciones no gubernamentales y grupos de derechos humanos.

Las armas y las balas siguen destrozando vidas.

El borrador del texto del Tratado de Comercio de Armas está lleno de lagunas que exigen una revisión urgente para que este pueda salvar vidas.

La resolución de la ONU, que contempla la celebración de la Conferencia diplomática para 2013, se aprueba con un apoyo sin precedentes, con 157 votos a favor, entre ellos China por primera vez, 18 abstenciones y ningún voto en contra

La coalición Armas bajo Control advierte de que las importantes negociaciones diplomáticas para la regulación del comercio de armas y de munición corren el riesgo de fracasar debido a la insistencia de los Estados miembros de otorgar a cada uno de ellos el derecho a vetar el futuro Tratado.