desigualdad de género

La violencia de género es una pandemia global que afecta a cualquier grupo social. A pesar de ello, ha quedado prácticamente fuera de los planes de respuesta y recuperación ante la Covid-19. Las barreras para lograr la justicia de género continúan existiendo. Sin embargo, los progresos realizados desde que se iniciara la campaña de los 16 días de activismo contra la violencia de género ponen de manifiesto que existen soluciones.

Mucho antes de la aparición de la pandemia de Covid-19, las mujeres, las niñas y las personas trans y no binarias ya se enfrentaban a otra devastadora pandemia ampliamente ignorada. La violencia de género constituye una crisis letal de salud mundial que debemos abordar de manera urgente.

El 11 de marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud declaró la COVID-19 como pandemia. Una pandemia que nos ha afectado a todas y todos. También a Oxfam. Sin embargo, gracias a la confianza de nuestros colaboradores, colaboradoras y organizaciones socias, hemos conseguido ayudar a 14 millones de personas de todo el mundo. Lee un resumen del trabajo que realizamos durante el año pasado.

En un nuevo informe para América Latina y el Caribe, Oxfam revela que las cerca de 14 millones de personas en Centroamérica y Venezuela que ya padecían hambre, desigualdad y desprotección antes del COVID-19, podrían morir si no tienen acceso urgente a una alimentación suficiente y balanceada, además de que están altamente expuestas a enfermarse.

Una nueva investigación de Oxfam y sus organizaciones socias revela que, si bien la pandemia de COVID-19 y los esfuerzos para contener su propagación han provocado un incremento del volumen de trabajo de cuidados no remunerado que recae sobre las mujeres (y los hombres), son ellas quienes continúan realizando la mayor parte de este trabajo.

La desigualdad económica es consecuencia de un sistema fallido y sexista que valora más la riqueza de una élite privilegiada, en su mayoría hombres, que los miles de millones de horas del esencial trabajo de cuidados no remunerado o mal remunerado que llevan a cabo fundamentalmente mujeres y niñas en todo el mundo. Esto tiene que cambiar.

Las mujeres y las niñas trabajan increíblemente duro para cuidar de los demás. Este trabajo de cuidados está ni remunerado ni considerado como un trabajo real. Si lo valorásemos como el resto de los trabajos, tendría un valor de casi 11 billones de dólares al año. Pero su verdadero valor es mucho mayor. Hora de cuidar a las cuidadoras para luchar contra la desigualdad y acabar con la pobreza.

El documento busca mostrar las implicaciones de género del diseño de la política tributaria enfocándose en aspectos que puedan perjudicar la autonomía económica de las mujeres. A partir de esto se proponen recomendaciones para transformar la política tributaria en un instrumento que ayude al combate de algunas desigualdades que afectan a las mujeres.