Haciendo frente a la COVID-19: relato del primer año

Oxfam and local partners preparing hygiene kits to distribute to families in need in the West Bank.

Gracias a la confianza y voluntad de nuestros colaboradores, colaboradoras y organizaciones socias, hemos conseguido ayudar a millones de personas de todo el mundo en el Año 1 del coronavirus. Foto: Suhaib Jarrar/Oxfam

11 de marzo de 2020. La Organización Mundial de la Salud declara la COVID-19 como pandemia. 

Ha pasado un año. En estos doce meses, 100 millones de personas se han contagiado y dos millones han muerto por COVID-19. Sus consecuencias económicas y sociales se dejarán sentir durante décadas. La pandemia nos ha afectado a todos y todas de forma diferente e imprevisible.

La COVID-19 ha magnificado tanto lo que implica vivir en la pobreza y la discriminación como lo que significa hacerlo desde la seguridad y el privilegio. La COVID-19 también ha sacado lo mejor de las personas, y así lo reflejan muchas historias de solidaridad, valentía y resiliencia.

La COVID-19 también ha afectado a Oxfam. Hemos tenido que modificar la magnitud y el alcance de nuestro trabajo. Nos ha obligado a adaptarnos para lidiar con la pandemia, con los costes que ello supone. No obstante, gracias a la confianza y voluntad de nuestros colaboradores, colaboradoras y organizaciones socias, hemos conseguido ayudar a 14 millones de personas de todo el mundo en el Año 1 del coronavirus.

Ahora, nos enorgullece compartir este resumen del trabajo que realizamos con nuestro personal y nuestras organizaciones socias durante el pasado año.
 

Oxfam aborda el virus como una “meta-crisis” no solo de salud pública, sino también humanitaria, económica y de injusticia de género. Somos conscientes de que afectará antes y en mayor medida a las personas más pobres y excluidas del mundo.

Partiendo de nuestras décadas de experiencia en epidemias, crisis de hambre y lucha contra la desigualdad, lanzamos el informe “Cómo combatir la catástrofe del coronavirus”, en el que demandamos una vacuna efectiva y gratuita para todas las personas en todo el mundo, así como nuevas inversiones masivas de los Gobiernos en los sistemas de salud.

Trust Mugwagwa, ingeniero de salud pública de Oxfam, ayudando a personal voluntario local a distribuir agua en los suburbios de Harare, en Zimbabue, donde el brote de coronavirus es otra crisis que se añade a las ya existentes. Foto: Tavonga Chikwaya/Oxfam

Especialistas en salud pública recomiendan mantener el distanciamiento social, lavarse las manos con frecuencia y llevar mascarilla, así que nos movilizamos en 56 países para poner en marcha iniciativas de divulgación comunitaria y proporcionar agua y apoyo en saneamiento e higiene entre las personas más vulnerables.

La pandemia alcanza el millón de casos confirmados. También explota los peores aspectos de la desigualdad extrema. En nuestro informe “Elijamos dignidad, no indigencia”, advertimos de que la crisis de la COVID-19 podría sumir en la pobreza a 500 millones de personas, lo cual supondría un retroceso de hasta 30 años en la lucha contra la pobreza en regiones como el África subsahariana y Oriente Próximo. Por ejemplo, tan solo en África podrían perderse la mitad de los empleos. Las mujeres son quienes soportan la mayor parte de la carga que todo esto supone.

Presentamos un “plan de rescate económico universal” que prevé, entre otras medidas, 2,5 billones de dólares para financiar el alivio de la deuda, ayudas, y la liberación de las reservas a nivel mundial, señalando el hecho de que tan solo hay tres respiradores en toda la República Centroafricana.

La COVID-19 pone de manifiesto que las personas que desempeñan trabajos esenciales en sectores como el del servicio doméstico, la agricultura y la venta ambulante, entre otros, apenas tienen cómo protegerse. La mayoría de ellas no cuentan con ninguna protección social. Las medidas de confinamiento las han dejado sin apenas recursos.

Food distribution for domestic workers in Dakha, Bangladesh

Shahida (25 años), empleada del hogar en paro, hace la cola en una distribución de alimentos realizada por la organización socia de Oxfam Nari Maitree en Daca. Las mujeres sufren una gravísima escasez de alimentos a causa del desempleo generado por la crisis. Foto: Fabeha Monir/Oxfam

Aparecen los primeros casos de COVID-19 en los campamentos de personas refugiadas rohinyá, los más grandes del mundo. Junto a nuestras organizaciones socias, aprovechamos lo aprendido trabajando en otras crisis epidémicas donde las personas refugiadas estaban también en primera línea de la respuesta para ayudar a la población de las comunidades a gestionar los riesgos por sí misma.

Oxfam volunteer Zahid Hossain (20) is talking to Abdul Malek* (80) about precaution elderly has to take during Covid19 outbreak in the camp. Cox's Bazar, Rohingya refugee camp. Bangladesh.

El voluntario de Oxfam Zahid Hossain habla con Abdul Malek* (80 años) sobre las precauciones que deben tomar las personas mayores durante el brote de COVID-19 en el campamento de personas refugiadas rohinyá en Cox's Bazar. Foto: Fabeha Monir/Oxfam

Nos sumamos a la campaña internacional por una vacuna universal que insta a todas las empresas farmacéuticas que trabajan en la lucha contra la COVID-19 a compartir abiertamente su tecnología y propiedad intelectual, de manera que todas las personas puedan disponer de vacunas seguras y eficaces.

Junto a ONUSIDA, coordinamos una carta abierta firmada por 140 líderes mundiales. Revelamos que vacunar a la mitad más pobre de la humanidad (3 700 millones de personas) costaría menos de lo que las diez mayores empresas farmacéuticas ganan en cuatro meses.

Oxfam staff member Ali (26) works to prepare one of the Rohingya refugee camps in Cox's Bazar before powerful Cyclone Amphan.

La pandemia de COVID-19 no ha sido la única crisis de 2020. Ali, miembro del personal de Oxfam, trabaja en la preparación de uno de los campamentos de personas refugiadas rohinyá en Cox's Bazar antes de la llegada del potente ciclón Amphan. Foto: Fabeha Monir/Oxfam

El aislamiento empeora, y las personas cada vez ven menos a sus familias y amistades. Oxfam pierde el contacto presencial con sus colaboradores y colaboradoras, y con su personal voluntario. Las tiendas de Oxfam de todo el mundo permanecen cerradas. No queremos perder el contacto, así que llamamos a nuestros colaboradores y colaboradoras tan solo para preguntarles cómo están.

Nuestro personal y organizaciones socias intensifican su apoyo en primera línea para proporcionar servicios imprescindibles para la población. El flujo de agua, alimentos, apoyo a medios de vida, información y otros servicios que niñas y mujeres necesitan debe continuar. Esto no significa que quienes están en primera línea de la respuesta tengan menos miedo o corran menos riesgos.

La crisis de hambre se agrava. Hacemos sonar las alarmas con el informe “El virus del hambre: cómo el coronavirus está agravando el hambre en un mundo hambriento”, en el que alertamos de que, según las previsiones, a finales de año el hambre provocada por la COVID-19 podría causar 12 000 muertes al día, y de que también amenaza con sumir a 121 millones de personas en la hambruna.

Junto a nuestras organizaciones socias, nos movilizamos para proporcionar ayuda alimentaria, transferencias monetarias y apoyo a los medios de vida de la población, mientras seguimos defendiendo la necesidad de mejorar la protección social.

Ponemos al descubierto a las grandes beneficiadas de la pandemia en nuestro informe Pandemic Profiteers: se prevé que, en 2020, los beneficios de 17 de las 25 corporaciones estadounidenses más rentables, como Microsoft, Johnson & Johnson, Facebook, Pfizer y Visa, superen en 85 000 millones de dólares los de años anteriores.

Las empresas alimentarias mas grandes del mundo han pagado mas de 1800 millones a sus accionistas este ano.

Los sistemas de seguimiento de la protección de Oxfam en 30 países identifican tendencias preocupantes. Las personas excluidas políticamente, las minorías étnicas, las personas refugiadas y desplazadas internas, las personas LGBTQ+ y las mujeres se ven desproporcionadamente afectadas por el aumento de la discriminación y la violencia.

Oxfam protection work with migrants from Venezuela - Covid-19 response

En el marco de la respuesta a la migración venezolana al norte de Colombia, Oxfam trabaja con la Fundación Mujer y Futuro para crear espacios seguros tanto para las niñas y mujeres migrantes. Foto: Mario Niño/Oxfam.

Ponemos al descubierto los elevados índices de mortalidad entre 800 pueblos indígenas (nueve veces más altos en el Amazonas, el doble que en el resto), e instamos a la adopción de medidas para evitar un etnocidio. Lejos de los hospitales y las cámaras de televisión, 45 millones de vidas corren un grave peligro, ya que la pandemia agrava las desigualdades y la exclusión social que sufren los pueblos indígenas.

La segunda y tercera ola de COVID-19 nos obligan a trabajar de forma más creativa, y a esforzarnos para mantener el contacto con nuestras comunidades, aunque la pandemia nos mantenga separados físicamente. Nuestras iniciativas van desde puntos de lavado de manos diseñados por personas refugiadas, hasta una línea de comunicación y ayuda telefónica sobre la COVID-19 ideada junto a Shaqodoon, una de nuestras organizaciones socias en Somalia.

Ponemos al descubierto el “Virus de la desigualdad”: Los beneficios de 32 de las mayores empresas del mundo se incrementarán en 109 000 millones de dólares en 2020. La fortuna de las 25 personas más ricas del mundo aumentará tanto que Jeff Bezos podría pagar de su bolsillo un extra de 105 000 dólares a los 876 000 empleados y empleadas de Amazon y, aun así, seguiría siendo tan rico como al inicio de la pandemia.

Sumarni, 67, is a soft drink peddler in Central Jakarta, Indonesia.

Sumarni, de 67 años, se dedica a la venta ambulante de refrescos en Yakarta Central (Indonesia). No le queda más remedio que salir para trabajar, aunque todo el mundo le dice que debería quedarse en casa. “Tan solo los ricos pueden quedarse en casa. Este trabajo es lo único que sé hacer.” Foto: Adi Renaldi/Oxfam

La COVID-19 pone de relieve la fragilidad de nuestro sistema alimentario. Los trabajadores y trabajadoras de las cadenas de suministro globales del sector alimentario están en la primera línea de la crisis del coronavirus, produciendo, recolectando y empaquetando los alimentos que llenan las estanterías de nuestros supermercados.

Orbelina García was part of the "Field school" project carried out by Oxfam in the Central American Dry Corridor.

Orbelina García vive en el Corredor Seco centroamericano. Participó en el proyecto Escuela de campo, desarrollado por Oxfam y sus organizaciones socias, en el que aprendió técnicas de cultivo para crear sus propios huertos. Foto: Alfredo Carias/Oxfam

Publicamos nuestro Índice de Compromiso con la Reducción de la Desigualdad (CRI), que ha puesto de manifiesto que la mayoría de los países del mundo no estaban en absoluto preparados para hacer frente a la COVID-19. Tan solo 26 de los 158 analizados realizaban una inversión suficiente en salud antes de la pandemia y, en 103 países, al menos uno de cada tres trabajadores y trabajadoras carecía de derechos y protecciones laborales básicos, como las prestaciones por enfermedad, cuando llegó el virus. 

Muchos Gobiernos destinan más recursos a pagar sus deudas que a sus sistemas de salud. Ya antes de la COVID-19, hubieran sido necesarios 17,4 millones de trabajadores y trabajadoras de la salud más en todo el mundo. Ayudamos a 1 000 personas expertas en atención de salud a pedir al G20 la cancelación de la deuda para que, con ese dinero, los países puedan invertir en sistemas de salud más resilientes.

Oxfam in Lebanon is distributing disinfection kits to refugee families from Syria living in informal tented settlements, in the region of North Bekaa.

Durante el brote de COVID-19 en el país, Oxfam en Líbano distribuye kits de desinfección a familias refugiadas sirias que se encuentran viviendo en asentamientos informales de tiendas de campaña en la región del norte de Bekaa. Foto: Sahar Elbachir/Oxfam

Empezamos a prestar asistencia humanitaria en Nicaragua, Honduras y Guatemala para ayudar a las personas afectadas por el huracán Eta, el más devastador que ha golpeado Centroamérica desde 1998. El desastre afecta en mayor medida a las mujeres y las niñas, que ya tienen una enorme carga de trabajo a causa de una crisis alimentaria, que se ha visto agravada además por la sequía y los impactos de la COVID-19.

Oxfam's response to hurricane ETA, Guatemala.

En Guatemala, algunas comunidades se encuentran aisladas a consecuencia de las inundaciones y los deslizamientos de tierra. Para llegar hasta allí, hemos realizado vuelos humanitarios para proveer a las familias más afectadas de comida y agua suficientes para ocho días. Foto: Asede/Esfra/Ismugua

Junto a otras organizaciones que trabajan en campañas, alertamos de que cerca de 70 países pobres solo podrán vacunar a una de cada 10 personas durante el próximo año, a menos que los Gobiernos y la industria  farmacéutica tomen medidas para garantizar que se produzcan más dosis. A finales de este mes, los países ricos han comprado suficientes dosis como para vacunar hasta tres veces a toda su población.

Heba Shalan, a mother of five and nurse from the Jabalia Refugee camp in northern Gaza Strip.

Heba Shalan, enfermera y madre de cinco hijos del campamento de personas refugiadas de Jabalia, en el norte de la Franja de Gaza, arriesga su vida al cuidar de pacientes con COVID-19 sin los equipos de protección personal adecuados. Foto: Marwas Sawaf/Oxfam

Presentamos un nuevo informe que muestra que más de un tercio de la población mundial no ha recibido dinero público para hacer frente a los efectos de la pandemia. “Refugio en la tormenta” revela que ninguno de los 126 países de renta baja y media analizados habían invertido suficiente en prestaciones para atender las necesidades de las personas con discapacidad, desempleadas, niños y niñas y personas mayores. 

Oxfam in Vanuatu is scaling its UnBlocked Cash project to distribute cash and voucher assistance to the most affected by Cyclone Harold and COVID-19.

Oxfam en Vanuatu amplia su proyecto de transferencias monetarias con tecnologías blockchain, con el objetivo de distribuir asistencia a través de transferencias monetarias y cupones a más de 35 000 personas afectadas por el ciclón Harold y por la COVID-19. Foto: Arlene Bax/Oxfam

En el Foro Económico Mundial de Davos, Oxfam revela a los medios de comunicación internacionales que la COVID-19 podría incrementar la desigualdad económica en prácticamente todos los países del mundo al mismo tiempo, un hecho sin precedentes desde que empezaron los registros, hace un siglo.

Demostramos que las 1 000 personas más ricas del mundo se recuperaron de las pérdidas económicas provocadas por la COVID-19 en tan solo nueve meses, mientras que las personas más pobres tardarán más de una década en hacerlo.

La fortuna conjunta de los diez hombres más ricos del mundo se incrementó en medio billón de dólares desde el inicio de la pandemia, una cantidad más que suficiente para financiar las vacunas de toda la población mundial. 

Las personas jóvenes se han visto enormemente afectadas, y más de la mitad de los niños y niñas no van al colegio. Contamos que en zonas como África Occidental, con la población más joven del mundo, las personas jóvenes son un activo y merecen nuestro apoyo. Oxfam colabora con "Les Africtivistes" para hacer un mapeo de 100 iniciativas para luchar contra la COVID-19 lideradas por jóvenes.

Young, Malian activist Adam sits holding a mask

Adam es una joven activista de Malí. Como respuesta a la crisis del coronavirus, ofrece apoyo a personas desplazadas y niños y niñas indigentes a través de la organización que ella misma ha creado. Foto: Xavier Thera/Oxfam

La COVID-19 no perdona a los países en guerra. En Yemen, la destrucción generalizada de los servicios de salud y de suministro de agua ha dejado a su población en una situación de extrema vulnerabilidad frente al virus. Casi dos de cada cinco familias se están endeudando para comprar alimentos y medicamentos. A medida que el virus se propaga, más de 5 millones de yemenís pueden perder su acceso a alimentos y agua limpia.

Hygiene kits distribution in Taiz, Yemen

En Yemen, proporcionamos dinero en efectivo a las familias desplazadas, distribuimos kits de higiene y llevamos agua limpia en camiones a los campamentos donde viven las personas que han tenido que huir de sus hogares. Foto: Wael Algadi/Oxfam

Se confirman nuestros temores de que la COVID-19 avive reacciones contrarias a la igualdad de género en muchos países, y se produzca el consiguiente retroceso en los logros alcanzados en este ámbito hasta la fecha.

En este momento, muchas más niñas y mujeres viven en la pobreza y pasan hambre, y se ha producido un repunte de los casos de violencia de género. Asimismo, la pandemia ha incrementado el trabajo de cuidados, especialmente para las mujeres que hacen al mismo tiempo las veces de profesoras, proveedoras de cuidados y responsables de la atención de salud en sus familias.

4 tendencias en materia de desigualdad de género agravadas por la COVID-19

De los 14,3 millones de personas que se han beneficiado del trabajo de Oxfam desde el inicio de la pandemia, el 54 % son mujeres. Desarrollamos programas de género en 24 países, en colaboración con 33 organizaciones de defensa de los derechos de las mujeres dedicadas a ayudar a mujeres y niñas.

Nuestra respuesta en cifras

Hemos llegado a 14 millones de personas

Hemos colaborado con 694 organizaciones de la sociedad civil en 68 países, entre ellas, 33 organizaciones dedicadas a la defensa de los derechos de las mujeres. También nos hemos unido a más de 200 organizaciones de defensa de los derechos de las mujeres para promover la igualdad de género en tiempos de pandemia.

Icon: hand washing

SALUD PÚBLICA

Más de 9,5 millones de personas recibieron agua, saneamiento e higiene.

Icon: group of people

TRABAJO Y ALIMENTACIÓN

Más de 1,6 millones de personas recibieron apoyo en materia de seguridad alimentaria y medios de vida.

Icon: bags of money

TRANSFERENCIAS MONETARIAS

Más de 1 millón de personas recibieron apoyo en forma de dinero en efectivo para cubrir sus necesidades básicas.

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GÉNERO Y PROTECCIÓN

Más de 550.000 personas recibieron apoyo a través de servicios de protección y género.

El tiempo de la solidaridad

La desigualdad ha alcanzado un nivel sin precedentes. Sin embargo, durante este año, Oxfam también ha sido testigo de la solidaridad y las extraordinarias y valientes acciones de nuestros colaboradores y colaboradoras, organizaciones socias, equipo y personal voluntario. Debido a la pandemia hemos impulsado nuevos mecanismos para poder seguir trabajando codo con codo junto a nuestras organizaciones socias para dar apoyo a las comunidades y movilizar al público.

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