Coronavirus

Una nueva investigación de Oxfam y sus organizaciones socias revela que, si bien la pandemia de COVID-19 y los esfuerzos para contener su propagación han provocado un incremento del volumen de trabajo de cuidados no remunerado que recae sobre las mujeres (y los hombres), son ellas quienes continúan realizando la mayor parte de este trabajo.

La situación de ausencia en las calles, escuelas, universidades y lugares de trabajo por la presencia del COVID-19 también debería servir para hacer cambios profundos en las sociedades frente a los cuidados en sus dimensiones de reconocer, redistribuir y reducir.

En este informe se detalla parte del trabajo que Oxfam Internacional ha llevado a cabo hasta el momento en todo el mundo para dar respuesta a la pandemia del coronavirus.  Ya lle-vamos tres meses inmersos en esta crisis, hemos prestado ayuda a más de 4,5 millones de personas hasta la fecha. Nuestro objetivo es recaudar 100 millones de euros que nos permitan llegar a 14 millones de personas.

Oxfam advirtió hoy que millones de personas en África oriental y central, que ya están sufriendo a causa de las inundaciones y el impacto del coronavirus, corren el riesgo de mayor hambre y pobreza a medida que la región se prepara para la última generación de langostas que saldrán del cascarón en junio, justo en el momento de la cosecha de los campos.

El coronavirus nos amenaza a todas y todos. Para acabar con la pandemia y evitar el daño a miles de millones de vidas, debemos trabajar conjuntamente. Tenemos que actuar en todos los países y para todas las personas. Ayudar a unas y no a otras no es una opción, y estaríamos agravando el riesgo para todas y todos.

Más de 140 líderes y expertos y expertas mundiales han firmado una carta abierta en la que instan a todos los Gobiernos a unirse para conseguir una vacuna universal contra el COVID-19. 

Vacunar a la mitad más pobre de la humanidad —3700 millones de personas― contra el coronavirus podría costar menos de lo que las diez mayores compañías farmacéuticas ganan en cuatro meses, ha afirmado hoy Oxfam. 

La comunidad internacional ha cometido un fallo catastrófico al intentar alcanzar el alto el fuego mundial necesario para que los países en conflicto (y el mundo en general) puedan detener la propagación del coronavirus y salvar millones de vidas, según alerta Oxfam.

El brote de COVID-19 se ha propagado por por todo el mundo, y requiere actuar con prudencia. Pero la correcta gestión de una crisis no puede limitarse a una investigación científica. También es necesario dar respuestas políticas y sociales. El feminismo ya ha desarrollado las ideas que ahora pueden cerrar la brecha de desigualdad existente, que se hace todavía más evidente en tiempos de crisis.

Los trabajadores y trabajadoras del sector alimentario  se encuentran en primera línea de la crisis del coronavirus. La pandemia actual suma otra crisis más al estado casi permanente de crisis económica que rige sus vidas. Ahora más que nunca, los supermercados y sus proveedores deben proteger los derechos de todas las personas trabajadoras y productoras que arriesgan sus vidas para abastecernos.