Por una financiación justa de las pérdidas y daños en una era marcada por los crecientes efectos del cambio climático
El mundo se ha adentrado en una nueva y peligrosa era marcada por los efectos del cambio climático, con graves pérdidas y daños y crecientes desigualdades en los países y comunidades más pobres del mundo, que son quienes menos han contribuido a la crisis climática. Un nuevo estudio de Oxfam estima que las necesidades de financiación de los llamamientos humanitarios de las Naciones Unidas relacionados con los fenómenos meteorológicos extremos son nueve veces superiores que hace 20 años.
Sin embargo, cerca de la mitad de los llamamientos de los últimos cinco años no se han cubierto. La financiación de las respuestas humanitarias de emergencia está fragmentada y es deplorablemente insuficiente, al igual que ocurre con el apoyo más amplio que se necesita para abordar las pérdidas y los daños, como la reconstrucción de viviendas y de infraestructuras esenciales.
Es fundamental conseguir de forma inmediata un mayor apoyo financiero de los Gobiernos, las grandes empresas y las personas que más están contribuyendo a la crisis climática, que son además quienes más recursos tienen para ello. Debe crearse un nuevo servicio de financiación que sirva para garantizar que la financiación destinada a responder ante las pérdidas y daños sea accesible y continua, complemente los compromisos de adaptación, mitigación y ayuda oficial para el desarrollo, y se proporcione de conformidad con los principios de justicia climática.