Los países ricos deben abrir la puerta a la producción masiva de vacunas más baratas contra la COVID-19, para proteger a todas las personas del mundo y evitar una catástrofe económica que, según las previsiones más pesimistas, podría acarrear pérdidas de hasta 9 billones de dólares, afirma Oxfam hoy. Asimismo, deben llegar a un acuerdo para inyectar 650 000 millones de dólares más a la economía mundial, que permitan ayudar a los países pobres a hacer frente a los efectos de la pandemia, que ya son devastadores.