Guatemala

María Julia Pérez muestra el jardín que plantó con la ayuda de Oxfam para combatir la inseguridad alimentaria provocada por la sequía. Crédito: Coco McCabe / Oxfam America

Guatemala es uno de los países más ricos y diversos de la América Central, pero con niveles de desigualdad tan grandes que excluyen a la mayoría de las mujeres de la población indígena. Más de la mitad de las niñas y niños indígenas sufren desnutrición crónica.

Esta condición se agudiza por el impacto recurrente de desastres y sequías sin que existan medidas de cambio estructural que contribuyan a prevenir y mitigar los impactos de cada época invernal, en las comunidades más vulnerables.

Esta exclusión que padecen ciudadanos indígenas, principalmente mujeres, es histórica y se expresa en la falta de acceso a la producción, la justicia, participación política y a la tierra, para garantizar sus derechos y tener una voz.

Oxfam en Guatemala

Oxfam lleva a cabo tres programas en el país:

  • Justicia de Género:  trabajamos para que mujeres indígenas y otras poblaciones que  viven en situación de pobreza se puedan  organizar, participar activamente y tener mejor  y mayor acceso al poder, mayor  reconocimiento y gocen de una justa  redistribución de los recursos existentes.
  • Territorialidad y Economía Campesina: buscamos lograr que las comunidades indígenas y campesinas, y en ellas las mujeres, tengan poder de decisión sobre la administración y uso de sus territorios y bienes naturales, en especial aquellos bienes referidos a minería y a los necesarios para la producción de alimentos. En este sentido, exploraremos como elemento de innovación la relación entre consumidores y productores (relaciones urbano-rurales).
  • Adaptación al Cambio Climático, Preparación y Respuesta a Emergencias: Buscamos que las instituciones y autoridades responsables en la reducción de riesgo a desastres y respuesta a emergencias desempeñen un rol eficiente en la protección, preparación, respuesta, asistencia y mitigación de desastres en las comunidades más vulnerables.  En el marco de la adaptación al cambio climático, nuestro quehacer con jóvenes y mujeres es considerado estratégico para generar cambios hacia la promoción de una cultura de derechos.