Es necesario que transformemos nuestras economías a fin de garantizar la provision universal de servicios públicos básicos como la sanidad y la educación. Para lograrlo, las personas y empresas más ricas deben tributar lo que les corresponde justamente. Esto contribuirá a reducir de manera significativa la brecha existente tanto entre ricos y pobres como entre mujeres y hombres.
¿Sabías que desde el inicio de la pandemia del COVID-19, los milmillonarios han hecho fortunas inimaginables y que baten récords? La desigualdad está aumentando en todo el mundo y se interpone en la lucha contra la pobreza . Es hora de cambiar las reglas que rigen nuestro sistema y poner fin a la desigualdad y a la pobreza de una vez por todas.
El plazo para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas se acerca, pero los países más pobres siguen teniendo un grave déficit de financiación y se enfrentan a una creciente desigualdad económica que dificulta la reducción de la pobreza.
Este documento es un análisis de una muestra de evaluaciones realizadas entre enero de 2013 y octubre de 2014. Aunque este informe trata de equilibrar fortalezas y debilidades, su mayor impulso es el aprendizaje, por lo que principalmente se centra en todo aquello que necesita mejorarse o requiere acción.
El aumento de la desigualdad constituye una grave amenaza para logra runa prosperidad duradera en Asia, donde se calcula que 500 millones de personas, en su mayoría mujeres y niñas, siguen atrapadas en una situación de pobreza extrema.
El G20 debe abordar la creciente desigualdad y evitar que ésta mantenga en la pobreza a millones de personas, tal y como ponen en evidencia nuevas cifras que acreditan la cada vez mayor brecha entre ricos y pobres en la mayor parte de los países del G20.