Oxfam se manifiesta a la crisis política y social en Colombia luego de la marcha por el paro nacional

Oxfam saluda la movilización masiva y pacífica del 21 de noviembre de 2019 y demás manifestaciones ciudadanas en diferentes partes de Colombia como una expresión colectiva y contundente del descontento, la frustración y la indignación de la mayoría de ciudadanos y ciudadanas contra la desigualdad, corrupción, impunidad y violencia que afectan sus vidas diarias.

Esta movilización, no vista antes, fue un acto ciudadano colectivo pacífico y positivo. Fue festivo, diverso, inclusivo, claro, contundente y poderoso. Un acto de esperanza por los derechos, por la justicia, por la dignidad humana y del ecosistema, por la igualdad, por la sistemática persecución y exterminio de lideresas y líderes sociales, y la clara falta de determinación y voluntad política para la implementación del Acuerdo de Paz. Fue una larga manifestación a través del país que se extendió a muchas ciudades alrededor del mundo.

Rechazamos los actos violentos, el uso de la violencia y la intimidación como el camino para resolver los conflictos sociales. Esto incluye, el abuso del poder de las fuerzas de la policía y los militares, incluyendo los grupos antimotines que arremetieron brutalmente contra sectores ciudadanos que fueron criminalizados por ejercer pacíficamente el derecho de protestar, derecho básico que legitima cualquier Estado democrático. Igualmente, las acciones de las minorías vandálicas que destruyeron el recurso público y desdibujaron la acción pacífica de la mayoría que se expresó con claridad. Y por supuesto, el ataque contra una estación de policía en Santander de Quilichao que dejó 3 uniformados muertos y 10 más heridos.

Condenamos las medidas de represión extrema contra ciudadanas y ciudadanos congregados pacíficamente en la tarde del 22 y 23 de noviembre en la Plaza Bolívar, otras zonas de Bogotá y Colombia que impidieron las manifestaciones y el “cacerolazo” como vehículo para seguir ejerciendo su derecho a la libre expresión.

Reafirmamos la urgencia del diálogo como el único mecanismo para resolver los conflictos, y condena la criminalización de la protesta social. Aplaudimos la decisión del gobierno nacional de sentarse, lo más pronto posible, con los sectores que se expresaron en la gran movilización, con el apoyo de la comunidad internacional y la diplomacia que hoy nuevamente reafirma su determinación en favor de la paz en el país. Invitamos al gobierno colombiano a que respete el derecho a la protesta pacífica, escuche activamente, genuinamente y abrace este momento histórico como una oportunidad para demostrar la acción política que protege los derechos de todas y todos, que le apuesta a la vida digna a través de la diversidad del territorio nacional, y no pierda esta oportunidad para hacer la política auténtica que responda a lo que piden las ciudadanas y ciudadanos.