Cómo debería responder el mundo ante las crisis humanitarias

Un joven refugiado de Burundi frente al campo de refugiados de Nyarugusu, en Tanzania, el pasado 26 de marzo de 2016. De acuerdo con ACNUR, Nyarugusu es “uno de los campos de refugiados más grandes y superpoblados del mundo” y actualmente acoge a más de 1

Miles de personas de todo el mundo mueren, resultan heridas y se ven obligadas a abandonar sus hogares debido a los conflictos. Millones más pierden sus cosechas año tras año  a causa de los desastres naturales, sin poder evitar que sus familias pasen hambre. De Siria a Sudán del Sur, los conflictos y los desastres han truncado la vida de más de 125 millones de personas de todo el mundo, que cada día se ven más sumidas en la pobreza.

Gobiernos de todo el mundo, organizaciones humanitarias y las Naciones Unidas proporcionan ayuda humanitaria a decenas de millones de personas. En 2014 y 2015, solo desde Oxfam ayudamos a más de ocho millones de mujeres, hombres, niñas y niños. Además, miles de organizaciones locales proporcionan ayuda desde la primera línea de las crisis humanitarias.

Muchos Gobiernos donan importantes cantidades de dinero, pero existen millones de personas que precisan más agua, cobijo y alimentos. A menudo también necesitan un lugar seguro en el que refugiarse, que se ponga fin a la violencia o una solución para reducir el riesgo ante futuros desastres.

Un nuevo enfoque para salvar más vidas

Vivimos en un mundo en el que las partes en conflicto atacan a la población civil sin que haya consecuencias. Un mundo en el que el coste económico y humano de los desastres va en aumento. A menos que se tomen medidas pronto, los desastres originados por los fenómenos naturales serán cada vez más frecuentes. Millones de personas más se verán sumidas en la pobreza y el sufrimiento, y los esfuerzos internacionales para hacer frente a las crisis serán insuficientes.

Se precisan urgentemente cambios profundos en la forma en la que la comunidad internacional responde ante las violaciones del derecho internacional y los derechos humanos y previene y reduce el impacto de los conflictos y los desastres en las poblaciones más vulnerables.

La comunidad intenacional debe comprometerse a promover cambios para mejorar de forma significativa la forma en la que se presta ayuda y apoyo a organizaciones locales, para defender el derecho internacional humanitario que protege a la población civil y para defender los derechos de las personas que se han visto obligadas a huir de conflictos y desastres.

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Proteger a la población civil del horror de la guerra

La guerra siempre significa el sufrimiento de la población civil. El gran número de personas que pierde sus hogares, sus escuelas, sus empleos, sus hospitales y, en definitiva, sus vidas va en aumento. La incapacidad para prevenir el conflicto a menudo resulta en la incapacidad para proteger a la población civil. En los conflictos de hoy en día se está infringiendo el derecho humanitario internacional más básico con el fin de conseguir ventajas en el campo de batalla. Se cometen terribles violaciones de los derechos humanos sin que haya consecuencias.

Los líderes mundiales deben asumir de nuevo su compromiso con las leyes internacionales que han acordado, como las recogidas en el Convenio de Ginebra y el Tratado Internacional sobre el Comercio de Armas, que pueden contribuir a proteger a la población civil incluso en las situaciones más complejas. Desde Oxfam instamos a los Gobiernos a liderar este proceso con su ejemplo, respetando el derecho humanitario internacional y dejando de vender armas a quienes no lo respetan.

Alza tu voz por las personas obligadas a huir

Nos encontramos ante la crisis migratoria más grave desde la Segunda Guerra Mundial. Decenas de millones de personas se han visto obligadas a arriesgarlo todo para huir de terribles conflictos y desastres y de la pobreza. Y, sin embargo, tras haber escapado a un sufrimiento inimaginable, muchas de estas personas no encuentran más que fronteras cerradas, hostilidad, discriminación, abusos y cosas aún peores.

No existe una solución única a la crisis migratoria y ningún país puede afrontarla por sí solo. Los Gobiernos de todo el mundo deben acordar una respuesta conjunta, coordinada y justa para ayudar a los millones de personas en situación de vulnerabilidad obligadas a desplazarse. Deben actuar de forma responsable y rápidamente para proteger y salvar vidas, y comprometerse a no socavar nunca el derecho internacional humanitario

Derecho a decidir su futuro

En un mundo en el que se estima que las crisis serán cada vez más graves y frecuentes, muchas más vidas correrán peligro a menos que se tomen medidas inmediatas. Desde Oxfam creemos que lo mejor que podemos hacer para ayudar a las comunidades locales a hacer frente y recuperarse de posibles crisis es contribuir a que puedan afrontar su futuro como ellas decidan, en lugar de imponer nuestras ideas.

Debemos crear un nuevo modelo humanitario que transfiera el liderazgo y la responsabilidad de responder ante crisis y desastres a las poblaciones locales. Tenemos que trabajar con ellas para reforzar las respuestas humanitarias a nivel nacional y local, no reemplazarlas o menoscabar sus propuestas. Con una inversión adecuada, ante un posible desastre, las comunidades y sus miembros podrán proteger más vidas y recuperarse más rápidamente.

Tu ayuda cuenta

Damos respuesta a más de 30 situaciones de emergencia, proporcionando una ayuda vital a quienes más la necesitan. También trabajamos para lograr que los responsables políticos, tanto del ámbito local como internacional, promuevan los cambios necesarios para mejorar las condiciones de vida de las personas damnificadas. Tu ayuda es vital. Haz un donativo.