Crisis migratoria y de personas refugiadas

Fatem, refugee from Syria, was selected to go to Italy with her family through a humanitarian visas programme. Photo: Pablo Tosco/Oxfam

Las restricciones y el cierre de fronteras han agravado notablemente la situación de las personas más vulnerables que buscan seguridad y protección en Europa. Foto: Pablo Tosco/Oxfam

Cada día, familias de todo el mundo se ven obligadas a abandonar sus hogares. Arriesgan todo cuanto tienen para escapar –a menudo tan solo con lo puesto– del conflicto, los desastres, la pobreza o el hambre, en busca de mayor seguridad y una vida mejor.

La migración no es una amenaza que haya que detener, sino un fenómeno complejo que debe gestionarse. Sin embargo, los Gobiernos se muestran incapaces de cumplir con sus obligaciones morales y legales de proporcionar asistencia y protección a las personas en situación de vulnerabilidad.

En busca de refugio

Aunque la migración no es un fenómeno nuevo, la magnitud de la actual crisis migratoria no tiene precedentes. Actualmente, hay más de 82 millones de personas en todo el mundo que se han visto obligadas a abandonar sus hogares, la mayor cifra jamás registrada por las Naciones Unidas desde la Segunda Guerra Mundial. La mayoría se encuentran desplazadas dentro de su propio país o en un país vecino.

Entre esta creciente población desplazada, hay más de 26 millones de personas refugiadas, de las que casi la mitad tiene menos de 18 años, y 48 millones de personas desplazadas internas, que se han visto obligadas a refugiarse en otras zonas dentro de su propio país.

La crisis en cifras

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El desplazamiento forzoso se ha duplicado desde 2010, pasando de los 41 millones de personas de entonces a los 82 millones actuales.

80%

El 80% de la población desplazada en todo el mundo se encuentra en países afectados por la desnutrición y una grave inseguridad alimentaria.

1/5

Una de cada cinco mujeres desplazadas debido a crisis humanitarias o conflictos armados ha experimentado violencia de género.

5

Dos tercios de las personas desplazadas pertenecen a tan solo cinco países: Siria, Venezuela, Afganistán, Sudán del Sur y Myanmar.

1/6

Tan solo el conflicto sirio ha provocado 13,2 millones de personas refugiadas, solicitantes de asilo y desplazadas internas, el equivalente a un sexto de la población mundial.

De qué huyen las personas

Tras estas cifras –de tal magnitud que escapan a nuestra comprensión– se esconden las dolorosas historias de las personas y familias que han visto cómo sus vidas quedaban destrozadas por circunstancias más allá de su control. Historias de dolor, pero también de resiliencia.

El hambre, la pobreza extrema y la creciente amenaza del cambio climático, sumados a la violencia, el conflicto y la persecución, han dejado a muchas personas sin otra elección más que escapar. Han perdido sus hogares, sus medios de vida y a sus seres queridos y, a menudo, se ven obligadas a buscar refugio en países en los que probablemente sufran problemas similares e incluso más discriminación por la falta de aceptación de la población local.

Las mujeres y las niñas son las más afectadas pues corren mayor riesgo de sufrir violencia de género (las mujeres refugiadas presentan una doble vulnerabilidad ante la violencia sexual).

Barry, de 34 años y madre de cuatro hijos, huyó con su familia de Barsologho, en Burkina Faso, escapando de la violencia de los grupos armados y dejando atrás toda su vida. Encontró acogida en una familia de Sera, a 70 kilómetros de su ciudad natal. Gracias a una subvención de ATAD, una organización socia de Oxfam, pudo poner en marcha un negocio, ganar independencia, y ahora vive en su propia casa. Foto: Oxfam

Oxfam junto a las personas refugiadas y migrantes

Todas las personas tienen derecho a la seguridad y a recibir un trato digno. Oxfam trabaja con personas refugiadas y migrantes para velar por su protección puesto que, cuando abandonan sus hogares, suelen encontrarse en el momento más vulnerable de sus vidas.

Ofrecemos apoyo a las personas desplazadas proporcionándoles alimentos y artículos básicos para cubrir sus necesidades más inmediatas de agua, refugio y sustento. Además, trabajamos para asegurar su bienestar a largo plazo, tanto en su propio país como en los países de acogida:
 

  • Colaboramos con organizaciones aliadas y Gobiernos para encontrar soluciones sostenibles e inclusivas al conflicto y la violencia que afectan a tantas vidas.
  • Presionamos a los países ricos para que aborden esta crisis global y hagan cuanto les corresponda para cubrir las necesidades de las personas refugiadas y favoreciendo su reasentamiento.
  • Promovemos políticas públicas que protejan los derechos de las familias desplazadas que luchan por reconstruir sus vidas y garantizar a sus hijas e hijos un futuro mejor.

Tú también puedes ayudar a las personas refugiadas y desplazadas apoyando la labor humanitaria y de incidencia política que Oxfam realiza en todo el mundo.