
¿Sabías que actualmente el 1 % más rico de la población mundial posee más riqueza que el 99 % restante? La desigualdad está aumentando en todo el mundo. Año tras año, la brecha entre personas ricas y pobres se incrementa cada vez más.
La desigualdad extrema se interpone en la lucha contra la pobreza y agrava otras desigualdades como la brecha entre hombres y mujeres.
Pero no tiene por qué ser así. Podemos cambiar las reglas que rigen nuestro sistema.
Nuestro sistema económico debe dejar de beneficiar solo a las personas más ricas y empezar a estar al servicio de todo el mundo.
Podemos cambiar el modelo fiscal para garantizar que las personas ricas contribuyan de forma justa. Debemos exigir una mayor inversión en los sistemas públicos de salud y educación; así como también salarios dignos. Y debemos asegurar que las personas más pobres puedan alzar su voz y que quienes ostentan el poder escuchen.
La pobreza extrema se ha reducido a la mitad en solo 15 años. Podemos ser la generación que acabe con ella de una vez por todas.

Acerca de la campaña
La desigualdad extrema nos perjudica a todos y a todas: socava el crecimiento económico, alimenta la delincuencia y hace trizas las esperanzas y aspiraciones de miles de millones de personas atrapadas en la pobreza y sin posibilidades de salir de ella. Esta desigualdad brutal no es inevitable, sino el resultado de decisiones políticas y económicas deliberadas.