El verdadero valor de la financiación climática es solo un tercio de lo que declaran los países desarrollados

Publicado: 19th Octubre 2020

El valor real de la financiación que destinan los países desarrollados a ayudar a las naciones en desarrollo a responder a la crisis climática podría ser solo un tercio de la cantidad que declaran, según las estimaciones que Oxfam publica hoy.

Según las estimaciones de Oxfam recogidas en su estudio Informe paralelo de 2020 sobre financiación climática, los donantes contabilizaron un promedio de 59 500 millones de dólares anuales de financiación climática en 2017-2018 (el último período del que se dispone de cifras). Pero el verdadero valor del apoyo a la acción climática puede ser solamente de entre 19 000 a 22 500 millones de dólares por año una vez que se descuentan las devoluciones de los préstamos, los intereses y otras sobreestimaciones. El análisis de Oxfam se publica antes de un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) sobre el progreso de los países desarrollados a la hora de alcanzar el objetivo de los 100 000 millones de dólares anuales de financiación climática para 2020.

Del total de la financiación climática pública declarada, un sorprendente 80 % (47 000 millones de dólares) no se materializó en forma de subvenciones, sino principalmente como préstamos. De esta cantidad, cerca de la mitad (24 000 millones de dólares) fue en forma de préstamos no concesionales, ofrecidos en condiciones poco generosas que requieren una mayor devolución por parte de los países pobres. Oxfam calculó que el "equivalente de subvención" (es decir, el verdadero valor de los préstamos una vez que se descuentan las devoluciones y los intereses) era menos de la mitad de la cantidad declarada.

La estimación de Oxfam de los 19 000 a 22 500 millones de dólares también tiene en cuenta la sobreestimación de la financiación climática en aquellos proyectos en los que la acción climática constituye solo una parte de un proyecto de desarrollo más amplio.

El análisis también plantea serias dudas sobre la forma en que los países desarrollados están asignando la financiación climática. Del total de la financiación pública para el clima que se declaró en 2017-2018, Oxfam estima que:

  • Alrededor de una quinta parte (20,5 %) de la financiación se destinó a los países menos desarrollados y solo el 3 % a los pequeños Estados insulares en desarrollo, que son los que están más amenazados por el cambio climático y los que disponen de menos recursos para hacerle frente.
  • Solo una cuarta parte (25 %) de la financiación se destinó a ayudar a los países a adaptarse a los impactos de la crisis climática, mientras que el 66 % se destinó a ayudar a los países a reducir sus emisiones. No obstante, el volumen de financiación para la adaptación aumentó significativamente de 9000 millones de dólares anuales en 2015-2016 a 15 000 millones de dólares en 2017-2018.


Tracy Carty, asesora experta de políticas sobre cambio climático de Oxfam y una de las autoras del informe, afirma: "la financiación climática es un salvavidas para las comunidades que se enfrentan a olas de calor jamás vistas, terribles tormentas y devastadoras inundaciones. Incluso en medio de la lucha contra la pandemia de COVID-19, los Gobiernos no deben perder de vista la creciente amenaza de la crisis climática.

El uso excesivo de préstamos y la provisión de financiación de carácter no concesional como asistencia climática es un escándalo que se pasa por alto. Los países más pobres del mundo, muchos de los cuales ya están lidiando con deudas insostenibles, no deberían verse obligados a pedir préstamos para responder a una crisis climática a la que no han contribuido".

El análisis también muestra que algunos países recurren más a las subvenciones que a los préstamos en comparación con otros. Por ejemplo, Francia proporcionó casi el 97 % (4 600 millones de dólares) de su financiación bilateral para el clima en forma de préstamos y otros instrumentos no relacionados con subvenciones, con un valor equivalente de subvención de solo 1 300 millones de dólares (el 27 %). En comparación, Suecia, Dinamarca y el Reino Unido proporcionaron la gran mayoría de su financiación climática como en forma de subvenciones.

Japón contabilizó su inversión en una central eléctrica "eficiente" de carbón en Bangladesh como financiación climática, aunque de conformidad con informes anteriores de la OCDE sobre financiación climática, esta acción no está incluida en la estimación global de Oxfam de los 59 500 millones de dólares.

Carty declara: "Los países desarrollados deben proporcionar más financiación climática en forma de subvenciones en lugar de préstamos, asignar más fondos para la adaptación y dar prioridad a los países más vulnerables, incluidos los países menos desarrollados y los pequeños Estados insulares en desarrollo. Asimismo, deberían utilizar la cumbre climática de la COP26 en Glasgow el próximo mes de noviembre como una oportunidad para establecer un nuevo camino para la financiación climática más allá de 2020, acordando normas de contabilidad sólidas y comunes y un objetivo específico para la financiación de la adaptación".

La financiación climática podría movilizarse a través de diversas fuentes, incluida la reorientación de algunos subsidios a los combustibles fósiles que, tan solo en 2019, costaron a los Gobiernos más de 320 000 millones de dólares.

Notas para editores

  • Para concertar una entrevista con un/a portavoz de Oxfam, póngase en contacto con: Anna Ratcliff, anna.ratcliff@oxfam.org, +44 7796 993288.
  • Descargue una copia completa del Informe paralelo de 2020 sobre financiación climática: evaluación del progreso sobre el compromiso de alcanzar los 100 000 millones de dólares.
  • El análisis se publica con antelación a las últimas estimaciones de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) sobre la financiación climática proporcionada y movilizada por los países desarrollados, que se espera en las próximas semanas.
  • En 2009, los países desarrollados se comprometieron a movilizar 100 000 millones de dólares anuales de cara a 2020 con el fin de ayudar a los países en desarrollo a adaptarse a los impactos del cambio climático y a reducir sus emisiones. En la COP26 que se celebrará en Glasgow el año que viene, los países comenzarán a negociar un nuevo objetivo u objetivos para sustituir este compromiso a partir de 2025.
  • Los 59 500 millones de dólares son un promedio de la financiación climática declarada en 2017 y 2018 por los Gobiernos de los países desarrollados, los bancos multilaterales de desarrollo, los fondos multilaterales para el clima y otras organizaciones ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y la OCDE en el contexto del objetivo de los 100 000 millones de dólares. El cálculo se ha realizado a partir de las cifras más recientes disponibles.
  • La cifra de 19 000 a 22 500 millones de dólares de Oxfam incluye el equivalente estimado de subvención de la financiación climática declarada, en lugar del valor nominal de los préstamos y otros instrumentos no basados en subvenciones. Asimismo, tiene en cuenta la sobreestimación de la financiación climática cuando la acción climática solo constituye una parte de un proyecto de desarrollo más amplio.
  • Este es el tercer informe paralelo sobre financiación climática de Oxfam. La financiación climática pública declarada ha pasado de 44 500 millones de dólares anuales en 2015-2016 (OCDE) a cerca de 59 500 millones de dólares anuales en 2017-2018. A su vez, Oxfam estima que la asistencia neta y específica para el clima ha experimentado un aumento más modesto, pasando de entre 15 000 y 19 500 millones de dólares anuales en 2015-2016 a entre 19 000 y 22 500 millones de dólares en 2017-2018.
  • Según la Agencia Internacional de la Energía, los subsidios a los combustibles fósiles costaron a los Gobiernos más de 320 000 millones de dólares en 2019.

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Anna Ratcliff | Oxford, Reino Unido | anna.ratcliff@oxfam.org | +44 7796 993288

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