Combatamos la desigualdad, acabemos con la pobreza

The Paraisópolis favela borders the affluent district of Morumbi in São Paulo, Brazil (2008). Photo: Tuca Vieira

¿Sabías que desde el inicio de la pandemia del COVID-19, los milmillonarios han hecho fortunas inimaginables y que baten récords? Hoy en día, agravada por la crisis en los precios de los alimentos y la energía, todas las dimensiones de la desigualdad -entre la riqueza, los ingresos, el género y la raza- están aumentando en todo el mundo. Cada año, la brecha entre los ricos y el resto de nosotros se amplía.

Esta desigualdad extrema no sólo impide acabar con la pobreza mundial. Las desigualdades matan. Nuestra economía debe dejar de recompensar excesivamente a los de arriba y empezar a trabajar para todas las personas.

No tiene por qué ser así. Podemos cambiar las reglas que rigen nuestro sistema.

Podemos desafiar la concentración extrema de la riqueza y el poder en manos de unos pocos. Podemos exigir el fin del patriarcado, la supremacía blanca y el neoliberalismo. Podemos cambiar las normas fiscales para que las personas más ricas paguen lo que les corresponde. Podemos exigir más gasto en salud y educación públicas y salarios justos para todas las personas. Podemos plantarnos frente a la destrucción de nuestro planeta.
 

Juntos, podemos luchar contra las desigualdades y erradicar la pobreza.